Manguaré, los tambores mensajeros

par de tambores manguare

 

Generalmente se los llama manguaré. Se tocan siempre en pareja. Su sonido puede escucharse a muchos kilómetros de distancia. Las familias o comunidades de la región los han utilizado para comunicarse transmitiéndose mensajes a través de la selva, y también para celebrar fiestas y ceremonias. Forma parte de una tradición cultural compartida entre los Huitoto, Boa y Ocaina. 

 

El de mayor tamaño suele asociarse con el tambor hembra y el más delgado y pequeño con el macho. Al interior de los mismos se tallan unas protuberancias que se asocian con los senos. 

 

Para construirlos se realiza un ritual. Quienes realizan esta tarea deben seguir reglas muy estrictas: dieta alimenticia, abstinencia sexual y no bañarse durante el tiempo que dura la labor. Primero se pide permiso al bosque para poder cortar los árboles. Luego hombres y mujeres cantan y bailan alrededor del árbol caído. Cuando se trasladan los troncos a la choza comunal o maloca se comienza con el ahuecado. Este proceso implica ir quemando el corazón de la madera con brazas y luego raspando la parte carbonizada. Para asegurar la eficacia de esta tarea, los hombres invocan al espíritu del fuego. 

 

Quien toca los manguaré debe aprender los códigos sonoros para poder transmitir los mensajes, además de los toques festivos. Tocarlos implica adentrarse en el camino de la sabiduría, espiritualidad e impecabilidad, y de esta manera el ejecutante recibe la fuerza para que los toques tengan poder y sean efectivos. 

 

Ingresan al Museo Etnográfico en 1912. Procedencia: Amazonía Peruana, región del Río Putumayo (frontera con Colombia). Pertenecientes al pueblo indígena Huitoto o Murui-Muinani. Medidas: 185x50x50 (tambor más grande) y 165x33x36 cm (tambor más pequeño).

 

En la imagen puede verse un par de tambores cilíndricos de diferente tamaño y grosor con una hendidura longitudinal sobre el eje central que permite que se obtengan dos alturas sonoras por pieza. 

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