Despedimos a Octorina Zamora, gran amiga, entrañable luchadora por los derechos de los pueblos indígenas

En la madrugada de ayer, 1º de junio de 2022 falleció Octorina Zamora, reconocida dirigente y luchadora por los derechos de los pueblos originarios, oriunda de Misión Chaqueña, provincia de Salta.  Octorina era una lideresa de fuertes convicciones que militaba desde los años 90 en la lucha por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, particularmente los de su Pueblo Wichí. Pero fue además una líder espiritual y dirigente política que militó muchas luchas a lo largo de su vida. 

Durante la epidemia de cólera de 1992 batalló para desmentir el estigma contra su pueblo que los medios de difusión instalaron sobre la responsabilidad de esta enfermedad.  Por esta y por otras causas realizó acampes, asambleas, visitas incesantes a legisladores, performances y fue famosa por encadenarse frente a diferentes edificios públicos en reclamo de los derechos de los pueblos originarios.  En los últimos años centró su accionar  en la necesidad de concientizar y prevenir con políticas públicas las violencias hacía la infancia y juventud indígena y contra  la violencia ejercida hacia las niñas y mujeres del Pueblo Wichí.

Otra de las causas que llevó con compromiso militante fue la de la ley 26160, de Emergencia Territorial, por cuya renovación bregó incansablemente en 2017 y 2021. 

En febrero de este año, Zamora participó de la Primera Asamblea General de Mujeres Indígenas de ruta 81 ‘Nehuayiè-Na’tuyiethakánatsas-thutsay-manses‘, en Pluma de Pato, provincia de Salta, donde ofició de coordinadora, intérprete y referente Wichí. En esa oportunidad abordaron las problemáticas que afectan a todas las comunidades de la región y fundamentalmente a las mujeres indígenas. Octorina Zamora manifestó que era imprescindible la formación, concientización y prevención sobre delitos sexuales enfatizando en casos de extrema violencia con víctimas de femicidio e infanticidio. Durante el encuentro se planteó la necesidad de crear a nivel provincial un comité de emergencia por la violencia contra los niños, niñas, adolescentes y mujeres indígenas.

Formaba parte de la organización de diversidades culturales denominada Epikambá. En las últimas elecciones fue candidata a diputada nacional por el Partido Felicidad, acompañando al joven dirigente Tane Da Souza Correa.

Octorina, también, contaba con orgullo ser la madre de la primera médica wichí “en 200 años de República”, y de darle a través de su militancia y su crianza los primeros médicos a su Pueblo.

Según sus propias declaraciones,  brindadas en una entrevista: «Yo milito desde los trece años, con la base de la educación de mis padres, la conciencia de mi familia, la educación. Yo vengo de una familia de shamanes, que siempre ha vivido perseguida por la iglesia anglicana, que nunca aceptó a la familia de los sabios wichí, a la familia de los shamanes… Ser religiosa wichí es justamente ser guardiana de tu pueblo, de tu territorio, de tu espíritu”.

Octorina fue sobre todo una amiga entrañable del Museo Etnográfico, acompañando el camino de construir colectivamente junto con las comunidades un espacio abierto. Nos queda mucho por recorrer, llevaremos con nosotros las experiencias compartidas con ella.Era de esas personas imprescindibles para la construcción de una sociedad más justa, una referente que dedicó su vida a los pueblos originarios y a las causas de las mujeres indígenas. Ahora es una “mujer estrella” que nos seguirá guiando. 

"Octorina i leiyejhhohnat, dejó la tierra", informó en la mañana del 1º de junio  su hija, Tujuayliya Gea Zamora.

A ella, a sus seres queridos, compañeras, compañeros, un sentido abrazo.

Para quienes quieran escucharla, compartimos la entrevista realizada por el Museo Etnográfico el 14 de noviembre de 2020.